La migraña es uno de los tipos más frecuentes de cefalea y una de las enfermedades neurológicas más comunes en todo el mundo. Las migrañas pueden aparecen a cualquier edad, aunque el primer episodio de migraña suele presentarse entre los 10 y los 30 años, con un pico entre la pubertad y los cincuenta años. Por lo general, la migraña mejora por sí sola. Hay estudios que demuestran que el número de ataques disminuye en la mediana edad.
Las mujeres se ven afectadas con mucha más frecuencia por la migraña. Las migrañas suelen empezar cuando las mujeres tienen su primer periodo menstrual. En estos casos, la enfermedad suele remitir por completo tras la menopausia.
Los factores hereditarios desempeñan un papel decisivo en el desarrollo de la migraña. Un porcentaje alto de pacientes migrañosos conocen a familiares de primer grado (padres, hermanos o hijos) que también padecen migrañas. Los hijos de migrañosos son los que tienen un mayor riesgo a desarrollar migrañas. Para la migraña hemipléjica familiar o esporádica, se han identificado defectos genéticos. Éstos son responsables de la hipersensibilidad a diversos estímulos internos y externos, los llamados factores desencadenantes, tan característicos de los pacientes migrañosos.
Las migrañas pueden volverse crónicas cuando estas se producen más de 14 días al mes. Las migrañas crónicas suelen aparecer en personas que abusan de los medicamentos para tratarlas.
¿Qué es la migraña?
La migraña es un dolor de cabeza en forma de ataque que suele producirse generalmente en un lado. Los dolores de cabeza palpitantes, pulsátiles o punzantes se repiten a intervalos irregulares y los pacientes suelen describir como «martillazos» en la cabeza, a menudo, los síntomas y los ataques recurrentes interfieren en la vida cotidiana de los enfermos y limitan su calidad de vida. Las crisis de migraña pueden durar desde varias horas hasta tres días. Los dolores de cabeza suelen ir acompañados de náuseas, sensibilidad a la luz y el ruido.

Una crisis de migraña provoca dolores de cabeza repentinos, de moderados a muy intensos, a menudo con síntomas acompañantes. Algunas personas experimentan un aura migrañosa antes de la fase de dolor de cabeza. En la migraña con aura, el dolor de cabeza va precedido de signos como visión borrosa o entumecimiento de brazos y piernas. La fase del aura precede al dolor migrañoso y suele durar alrededor de media hora.
Por ello, la mayoría de los afectados se tienen que aislar durante los ataques.
Síntomas y tipos de migraña
Para ello disponemos de unos criterios diagnósticos.
Criterios diagnósticos de la migraña SIN aura
- Al menos 2 crisis que cumplan los criterios 2 y 4
- Episodios de cefaleas entre 4 y 72 horas de duración
- La cefalea presenta al menos 2 de las siguientes características:
- Localización unilateral
- Carácter pulsátil
- Dolor de intensidad moderada-severa
- Empeora o condiciona el abandono de la actividad habitual
- Al menos uno de los siguientes síntomas durante la cefalea:
- Náuseas y/o vómitos
- Fotofobia y fonofobia
- Sin mejor explicación por otro diagnóstico
Criterios diagnósticos de la migraña CON aura
- Al menos dos crisis que cumplan los criterios 2 y 3
- Uno o más de los siguientes síntomas de aura reversibles:
- Visuales
- Sensitivos
- Del habla o del lenguaje
- Motores
- Troncoencefálicos
- Retinianos
- Al menos dos de las siguientes 4 características:
- Progresión gradual de al menos uno de los síntomas del aura durante un periodo mayor o igual a 5 minutos, y/o dos o más síntomas se presentan consecutivamente
- Cada síntoma del aura tiene una duración de entre 5-60 minutos
- Al menos uno de los síntomas del aura es unilateral
- El aura se acompaña o se sigue antes de 60 minutos de cefalea
- Sin mejor explicación por otro diagnóstico y habiendo descartado el accidente isquémico transitorio
Ambos tipos (con aura y sin aura) pueden ocurrir en el mismo paciente. Además, entre los episodios de migraña el paciente puede tener cefaleas tensionales
Tratamiento
En la actualidad se dispone de tratamientos para la migraña que abarcan desde el manejo de la crisis (ya se sea un ataque leve, moderado o severo) hasta el tratamiento preventivo de la misma.
Pongamos, por ejemplo, que nos encontramos ante un ataque leve/moderado. En este caso, el fármaco ideal para el tratamiento sería un AINE (antiinflamatorio no esteroideo) como el ibuprofeno, naproxeno o dexketoprofeno administrado inmediatamente después del inicio de la migraña. ESTO ES MUY IMPORTANTE porque si dejamos que el dolor se instaure será más difícil tratarlo después. En la migraña debemos intentar siempre ir por delante del dolor. Además, sería recomendable poder descansar en un lugar oscuro y silencioso.
Ahora pongamos otro ejemplo. Nos encontramos ante un ataque moderado-severo. En este caso una buena elección serían los TRIPTANOS, una familia de fármacos agonistas de receptores serotoninérgicos con acción vasocontrictora y reductora de la inflamación alrededor de los vasos. Pero, OJO, siempre bajo la supervisión de un especialista porque estos fármacos presentan contraindicaciones que hay que tener en cuenta y que pueden ser muy graves.
Y como último ejemplo nos encontramos con un paciente que requiere un tratamiento preventivo pues presenta demasiados episodios. El tratamiento preventivo podría incluir fármacos como los Betabloqueantes, los calcioantagonistas, ciertos antidepresivos y/o antagonistas de la serotonina. Además, algunos pacientes pueden beneficiarse de ciertas técnicas que realizan los anestesiólogos en la Unidad del Dolor.
Migraña: consejos médicos
Es importante señalar la importancia de ser diagnosticado por un profesional que será el encargado de supervisar el tratamiento. En ningún caso los pacientes deben medicarse sin la supervisión de un especialista que les guíe, oriente y les ofrezca la mejor alternativa posible.
Situaciones y sustancias que pueden desencadenar o empeorar una crisis migrañosa
- Durante la crisis evita alimentos como el queso y el chocolate
- Ni se te ocurra probar el alcohol
- No realices actividad física, podría empeorar una crisis migrañosa
- Comer de forma irregular o saltarse comidas
- Cambios en el tiempo: frío o calor
- Estados de ánimo depresivos, problemas en una relación, ansiedad
- Presión o exceso de trabajo
- Emociones fuertes, excitación
Consejos
- Bebe agua, hidrátate bien e intenta tomar cosas saladas
- El café es tu gran aliado. Si no tienes a mano la medicación prescrita por tu médico, tómate un café solo bien cargado, sin azúcar. La cafeína es una excelente herramienta para ayudarnos durante las crisis de migraña
- Toma tu medicación en cuanto notes que aparece el dolor. No esperes porque, una vez instaurado el dolor, es más difícil controlarlo
- Intenta buscar un sitio tranquilo y con las luces apagadas. Huye de los ruidos y de las luces intensas
- Ejercicios de relajación ayudan a reducir los síntomas agudos o incluso a desarrollar menos ataques
- Paciencia, la crisis pasa
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