La afición por la escritura de Jordi Llobregat, valenciano nacido en 1971, surgió, al parecer, a los doce años, tras ver la película Le magnifique. En 2015 publicó la novela El secreto de Vesalio con la que obtuvo excelentes críticas y una gran acogida por parte de los lectores. Ahora, regresa con su segunda novela, No hay luz bajo la nieve (Destino, 2019), con la que se adentra en el género de novela negra con algún tinte de novela histórica con el que el autor completa una trama policíaca muy bien cuidada.
Reseña del libro «No hay luz bajo la nieve»
Autor Jordi Llobregat

No hay luz bajo la nieve arranca con un crimen. Un hombre desnudo y maniatado, con los párpados cosidos con alambre, ha sido encontrado sumergido en las aguas heladas de una piscina durante las obras de la estación de esquí Vall de Beau en el Pirineo. Esta infraestructura está llamada a ser la más emblemática de la candidatura hispano-francesa para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
Con este crimen dará comienzo una serie de asesinatos relacionados con una historia oculta durante décadas. La subinspectora de homicidios Álex Serra y el teniente de policía francés Jean Cassel serán los encargados de la investigación. Serra creció en un pequeño pueblo de la zona así que nadie como ella conoce aquel lugar. Pero el retorno a su pueblo natal traerá consigo el reencuentro con antiguos fantasmas que la protagonista aún no ha sido capaz de superar. Recuerdos de un pasado al que tendrá que hacer frente. Porque el pasado, aunque no queramos, siempre vuelve.
Con este argumento teje Jordi Llobregat un magnífico thriller repleto de intriga y suspense. Perfectamente hilada y repleta de giros la novela mantiene al lector atrapado hasta que los protagonistas de la historia puedan dar caza, o no, al responsable de los crímenes.
Una novela donde la naturaleza se convierte en un personaje más
Mientras la tormenta de nieve más devastadora de los últimos veinte años está a punto de desencadenarse el lector podrá ser testigo del peso que el bosque y la montaña tienen en la novela. La naturaleza enigmática, amenazante, fría y poderosa, se convierte así en una protagonista más de esta historia.
No hay luz bajo la nieve es, también, una novela histórica
Jordi Llobregat entrelaza esta novela de suspense con una parte histórica. Esa parte de la historia que no debemos olvidar. Y lo hace de la mano de Raquel, quien, a través de sus memorias recogidas en un diario, nos vinculará con los judíos errantes que intentaron acceder a España por la frontera francesa huyendo de los nazis. Así, intercalando entre los capítulos principales los fragmentos del «Diario de Raquel«, el autor nos mostrará las rutas de huída de los judíos por los pasos de los Pirineos. Estas rutas fueron empleadas por miles de judíos, especialmente entre 1940 y 1942, durante el régimen de Vichy. No hay luz bajo la nieve también habla sobre las antiguas colonias textiles ubicadas en este escenario.
Resumen
En No hay luz bajo la nieve hay cabida, también, para las enfermedades raras pues uno de los personajes, heredera de una antigua colonia textil padece una Porfiria eritropoyética que la mantiene prácticamente encerrada en una mansión y obligada a vivir en una continua oscuridad.
La novela está estructurada en 88 capítulos cortos y 7 principales: los correspondientes a los siete pecados capitales como eje de una venganza que, como el lector descubrirá, tienen mucho que ver en la trama. La novela se lee con relativa rapidez, entre otras razones por la prosa ágil y fluida del autor que animará al lector a continuar leyendo intrigado por llegar al desenlace. En definitiva, No hay luz bajo la nieve no defraudará a los lectores aficionados a la novela negra con tintes de novela histórica.
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