Dice el autor que decidió situar la acción de Los vencejos en Madrid porque «no es una ciudad cualquiera. Es un escenario político de primer orden en España» y porque «tenía la ambición de, además de contar una historia de personajes privados, trazar un dibujo social de época».
Reseña del libro «Los Vencejos»
Toni, el protagonista de Los vencejos, no parece atravesar su mejor momento. Profesor de filosofía en un instituto, sereno y lúcido, ha decidido poner fecha a su muerte. Ha decidido suicidarse y, para ello, se da como plazo un año. Ni más ni menos. Con este planteamiento inicial, ¿cabe esperar una lectura macabra?. Nada más lejos de la realidad. La obra no es oscura ni deprimente, para nada. Al protagonista, a pesar de negar la vida, no le falta ni humor ni ironía. El lector podrá hacerse eco de ello a lo largo de la narración gracias a que el protagonista ha decidido escribir una especie de diario que sabe que jamás leerá nadie. Ello le permite dar rienda suelta a sus pensamientos que en algunos momentos pueden resultar sumamente sarcásticos.

Los vencejos vuelan sin descanso, son libres y laboriosos y tienen una larga migración. Pasan la mayor parte de su vida en el aire. Es quizá por esto, que Toni, el protagonista de la novela, los adora. «Justamente lo que yo habría deseado: no tocar el suelo, no rozarme con nadie». Los vencejos, pues, no desempeñan un papel meramente decorativo, poseen un nivel simbólico en la novela.
Fernando Aramburu logra en Los vencejos perfilar unos personajes extremadamente complejos, intensamente dramáticos, con sus dudas, con sus experiencias y sus profundas reflexiones sobre la vida. Página a página el personaje se abrirá al lector que será conocedor de su más absoluta intimidad. Pero, cuidado con las primeras impresiones sobre el protagonista, pues estamos ante una novela repleta de luces y sombras. Tanto el protagonista como el resto de personajes de la novela tienen sus matices, sus manías, su historia. Estamos ante una novela con personajes muy complejos que pueden acabar sorprendiendo al lector con su originalidad. Soberbia lección de vida.
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Los vencejos una novela que aborda temas actuales
Temas como la política, el terrorismo, el sexo o el miedo a la soledad y a la muerte constituyen, además, una buena parte de la novela. Quedan así introducidos en forma de diálogos de bar o reflexiones del protagonista. Patachula, nombre cariñoso con el que el protagonista designa a su mejor amigo es, de hecho, una víctima del 11-M. La violencia cotidiana y los conflictos familiares también desfilan por las páginas de la obra así como el amor por la cultura y la literatura o la fidelidad hacia los animales. Los vencejos es una novela con sabor agridulce en la que, además de la muerte, tienen cabida el amor y la amistad. Aramburu construye una trama intimista repleta de personajes reales, que se mueven en ambientes reales y en escenarios conocidos.

El protagonista de la novela habla sin tapujos del suicidio
Comentaba Aramburu en una reciente entrevista que una de las cuestiones por las que se decidió a escribir esta obra fue la pregunta acerca de lo que un hombre haría si supiera el momento exacto en el que va a morir y que, además, ha decido él mismo. ¿Cómo puede afectar esta situación a una persona?. ¿Mantendría nuestros valores morales?. ¿Descubriría nuevas prioridades? ¿Le estaría dando así, paradójicamente, más valor a la vida? ¿Temería finalmente morir?
Y es que el personaje alude a la muerte, cómo no, en muchas ocasiones a lo largo de la novela. A la muerte y al suicidio. Un tema que ha sido abordado infinidad de veces tanto en la literatura como en el cine. La novela se estructura en multitud de secuencias breves que no siguen un transcurso lineal cronológico. Como nuestro pensamiento, salta de idea en idea, de recuerdo en recuerdo, para componer una vida o lo que recordamos de ella. En definitiva, Los vencejos constituye una lectura absolutamente recomendable que nos hará reflexionar sobre el sentido de la vida y del tiempo.

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