Despierto (Awake): crítica de la película

«Cada año millones de personas reciben anestesia general. La gran mayoría caen en un sueño placentero y no recuerdan nada. Pero un porcentaje de estos pacientes no son tan afortunados. Incapaces de dormir, quedan atrapados en un fenómeno conocido como conciencia durante la anestesia. Estas víctimas están completamente paralizadas. No pueden gritar para pedir auxilio. Están despiertos». Así da comienzo la película Despierto (Awake).

De nuevo se pone de manifiesto el poder que tiene el cine como herramienta de divulgación pues nos permite aproximarnos a la comprensión de la complejidad de las situaciones por las que en ocasiones pasan los pacientes. Además, puede ayudar a conseguir una mayor sensibilización social ante la enfermedad.

Película: Despierto (2007)

Película despierto 2007

Clayton Beresford, Jr (Hayden Christensen) es un rico heredero que parece tenerlo todo. Todo, excepto salud, pues padece una cardiopatía que precisa un transplante cardíaco. Además, está enamorado de Sam (Jessica Alba), la secretaria de su autoritaria madre (Lena Olin). Seguros de que esta relación no va a ser aprobada por su madre, ambos la mantienen en secreto. Clayton deposita toda su confianza en el doctor Jack Harper (Terrence Howard), uno de sus mejores amigos, nuevamente en contra de los deseos de su madre quien prefiere que su hijo sea intervenido por otro cirujano.

Por fin, una noche llega la tan ansiada llamada. Hay un corazón disponible y no hay tiempo que perder. El protagonista afronta con ilusión aunque con mucho miedo este esperado momento. Pero lo que no sabe, es que nada va a salir como espera. Una vez iniciada la cirugía el paciente experimenta un despertar intraoperatorio. Además del sufrimiento que esto le genera, pronto se dará cuenta de que nada es lo que parece.

Explicación y crítica de la película

No es que la película vaya a pasar a la historia como una obra maestra, ni mucho menos. Como mucho, puede quedarse en una cinta que, partiendo de un tema interesante, quizá se queda a medias, en una extraña mezcla entre ciencia, ficción, thriller y fantasía. El director no es capaz de llevar a buen puerto un tema tan interesante. Pero lo que sí tiene de original, lo que llama la atención, es el protagonismo que en la cinta tiene el temido despertar intraoperatorio.

En la película, el protagonista está despierto, siente dolor, pero no puede moverse. Efectivamente, los tres pilares básicos de una anestesia general son la hipnosis (es decir, que el paciente esté inconsciente, dormido), la analgesia (mediante el empleo de fármacos para que el paciente no experimente dolor) y la relajación muscular (mediante la administración de fármacos que bloquean los músculos del paciente que ha de ser, por tanto, intubado y conectado a ventilación mecánica).

Es pues, improbable (no imposible) que un anestesiólogo olvide administrar todos los fármacos que conforman estos tres pilares. Es decir, olvidar la hipnosis y la analgesia pero administrar la relajación muscular, que es lo que se retrata en el film. Este es, quizá, uno de los puntos más controvertidos de la película desde el punto de vista científico. Actualmente los anestesiólogos disponemos de muchos métodos para conocer con exactitud el nivel de profundidad anestésica de los pacientes durante la cirugía.

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