El origen de la frase «El poder del perro» podemos encontrarlo en la Biblia, concretamente en el Salmo 22:20: Libra mi alma de la espada; mi amor del poder del perro. Este salmo, pronunciado por el rey David, ha sido interpretado de diversas maneras. Unas, consideran que el poder del perro se refiere a los enemigos de Jesús que se unen para atacarlo como una jauría de perros. Otras, interpretan el poder del perro como el poder de Satanás. En cualquier caso, esta frase, El poder del perro, quizá por sus múltiples interpretaciones y complejidad, ha sido la que la cineasta Jane Campion ha elegido para poner título a su última película. En efecto, en El poder del perro (Te power of the Dog, 2021) esta frase sirve como metáfora central.
El poder del perro de Jane Campion
El poder del perro está basada en la novela homónima de Thomas Savage publicada en 1967. Cuando Jane Campion leyó la novela quedó cautivada y, tras varios años pensando en el proyecto, parece que finalmente se ha atrevido con su adaptación al cine. La directora brinda una película profundamente hermosa y a la vez salvaje y visceral que ahonda con gran sensibilidad en las profundidades del ser humano. En las angustias, en los miedos y en las identidades quebradas que genera una atmósfera de opresión muy bien retratada. Y es que en el Oeste salvaje de 1925 solo había una masculinidad tolerada.

La película, intimista, nos muestra unos personajes que sufren, que han de contenerse y esconderse, que no pueden ser libres. La directora de la aclamada El piano (The piano, 1993), regresa con una película impecable. El poder del perro es un wéstern bastante atípico que acaba transformándose en un thriller con giro final incluido. Giro que, quizá para los más atentos, queda resumido en la primera frase de la película. El triunfo de la inteligencia frente a la fuerza bruta y la crueldad.¿David contra Goliat?.
El poder del perro está ambientada en un rancho de Montana en la década de los años 20 del siglo pasado. Phil y George son dos acaudalados hermanos propietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Phil (Benedict Cumberbatch) es visceral, inteligente y cruel; George (Jesse Plemons), por el contrario, posee un carácter amable y sosegado. Un día coinciden con la dueña de una posada, la frágil y complaciente Rose (Kirsten Dunst), una viuda que vive con su hijo Peter (Kodi Smit-McPhee), un joven sensible y amanerado.
Cuando George se casa con Rose, Phil emprende una lucha encarnizada contra su cuñada y el hijo de esta a quienes desde el principio se niega a aceptar. Ambos, subyugados por completo a Phil, quien les acosa continuamente, no son capaces de alcanzar la tranquilidad ni la felicidad a pesar de los esfuerzos del pusilánime George.
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Opinión personal
Estamos ante una gran película que invita a la reflexión. Una historia dura, repleta de planos inmensos y con una fotografía admirable. El poder del perro refleja la realidad social de una época con unos personajes obligados a representar el papel que les toca sin permitírseles la libertad.
En resumen: excelente adaptación de Jane Campion de la novela de Thomas Savage con unas interpretaciones soberbias que explora la masculinidad con tremenda profundidad así como los sentimientos de amor, pérdida y venganza. Una verdadera joya.
Benedict Cumberbatch en uno de los mejores papeles de su carrera
Cumberbatch interpreta a Phil Burbank un hipermasculinizado ganadero, brillante pero inmensamente sádico y cruel. En este personaje tiene lugar la gran paradoja de la cinta mostrando al espectador un protagonista cruel y mezquino pero a la vez frágil y atormentado. Phil es un personaje inmensamente complejo, poderoso, conmovedor y misterioso. Sin embargo, también es un personaje dañado. ¿víctima o verdugo? Este personaje hará al espectador replantearse su escala de valores. No esperen una mera «novelista del Oeste».

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